Bueno, en realidad esto es como una presentación...
Me llamo Stephanie -Steph, pero para los amigos-. Nací en Nashville hace diecinueve años pero me mudé aquí hace un par. Estudié, y estudio aún (a quien le interese, estudio Geología, pero no, no es tan aburrida como parece, ni yo tampoco).
A lo corto de mis diecinueve otoños he hecho puenting, salto base, he cantado en varios bares de Nueva York, Boston y Nashville, por supuesto. He obtenido una matrícula de honor en Griego, aunque eso fue hace tiempo, y me he enamorado perdidamente solo una vez, todo un récord para una romántica como yo.
La música me mueve, me emociona y no creo que pueda vivir sin ella. No tengo un grupo de música predilecto, escucho de todo un poco. Es algo relajante el poder escuchar música mientras imaginas que estás lejos, en un mundo donde todo está adaptado a ti, perfecto para ti.
En cuanto a moda... Bueno, me interesa la moda, sí. Pero no esos pases de modelos con esas chicas anoréxicas hasta la insanidad y esos estirados que parecen tener palos por el culo y que las observan como si pensaran en comérselas vivas. No. Me gusta mi propia moda. La que yo invento y perfecciono cada día. Me gusta vestir con algo negro, eso sí. Y no tolero el blanco, bajo ningún concepto. No soy gótica, pero el blanco significa algo que no me gusta recordar.
Sobre los animales y mis aficiones poco puedo decir. Me gusta leer, escribir y, como ya he dicho, escuchar música. Cocino, canto en la ducha -y en cualquier lugar en realidad- y sé cómo lograr que no me digan no. ¿Animales? Bueno, si os digo cuántos tengo pensaréis que soy una loca de los gatos como la de Los Simpson. En fin, allá va. Tengo una gata negra llamada Noa, madre de Astrid, Acheron (Ash), Soteria (Sota), Christine (Chris), Graecia (Cia), Paul, Phylomena (Phyl), Sergei e Inra. Sí, menos mal que vivo en un piso yo sola, con mis diez gatos, o moriría. Y si además contamos a una serpiente llamada Enoramay (Eno), dos conejos enanos de color marrón llamados Irkan (Irk) y Vannel (Van) junto con una pequeña conejita belier, Aira; seguro que ahora soy la loca de los animales o algo así. Pues sí. Aplaudidme.
Ahora estoy preocupada por mi segundo libro y por la película que van a rodar con mi nombre. "Stephanie Wells, la vida sonríe", la llamarán. En mi honor. Contando la historia que yo misma he escrito y a la que tanto afecto le tengo.
Aunque, bien pensado, no es que esté basado -el libro que escribí, el primero y más importante para mí- en mí misma o en mi vida, sino que más bien habla sobre la Stephanie Wells que me hubiese gustado ser.
En este blog subiré las historias de aquello que me suceda, de lo que realmente pasó pero la gente cree que ocurrió y de cómo, con solo diecinueve años, ya he escrito tres libros y -joder, no me cansaré de repetirlo- van a hacer una película con mi nombre. En mi honor. Para mí. Sobre mí.
Esta soy yo.
Stephanie Wells.
